Existen emociones positivas y emociones negativas. Estas últimas son por ejemplo la tristeza, la ira, el deprecio..
Son emociones que no son buenas ni malas, simplemente son útiles en ciertos casos y perjudiciales en otros.
Pongo un ejemplo de esto: La ira puede ayudarnos
a defender lo que creemos y podemos asi hacer justicia social.
Por lo tanto estas emociones no hay que negarlas, sino
aprender a getionarlas.
Foto: Dibujo hombre enfadado |
Veamos las claves de la ira
¿Por qué nos enfadamos?
Varios psicólogos afirman que al enfadarnos estamos siendo
víctimas de un secuestro. El cerebro tiene una parte emocional y otra mas
racional. La parte mas emocional contine la amígdala, una especie de guardián
del cerebro que tiene el poder de secuestrar el resto de la mente mas raciones en
milésimas de segundo.
Esto ocurre de la siguiente manera:
Al celebro le llega una información del exterior a travez
del tálamo, y este dirige la información a la corteza cerebral. De aquí pasa a
la amígdala y esto genera péptidos y hormonas que fomentan determinadas
emociones y reacciones.
Por un lado si el cerebro cree que hay un peligro, aquí es
cuando envía toda la información directamente a la amígdala, olvidando el
cerebro racional. ES AQUÍ CUANDO TE SIENTES DISGUSTADO O ENFADADO Y REACCIONAS
DE FORMA IRRACIONAL Y POSIBLEMENTE DESTRUCTIVA. Esto es lo que denomina Daniel
Goleman, psicólogo estadounidense, como SECUESTRO EMOCIONAL.
Es un mecanismo intereante si realmente tu vida corre peligro y el cerebro quiere que huyas o
agredas de forma instantánea, ahora bien, cuando tu vida no corre peligro, no
te sirve de reacción instintiva, y además te esta perjudicando.
Hay tres indicios de saber si nos estamos dejando
secuestrar por la amígdala, la parte mas emocional del cerebro:
1.
Sientes una reacción emocional muy fuerte
2.
Todo es muy rápido y se te escapa de las manos
3.
Después de tu reacción al tener un secuestro
emocional, te darás cuenta que no era la apropiada.
Recuerda que poca
gente puede obligarte a hacer cosas que no quieres, pero tu amígdala si puede
Fuentes:
Libro: Una mochila para el Universo, Elsa Punset
Documentos cedidos por la Psicóloga Milagrosa Rodriguez Silva
Fotos:
Encontrada en el buscador Google
Libro: Una mochila para el Universo, Elsa Punset
Documentos cedidos por la Psicóloga Milagrosa Rodriguez Silva
Fotos:
Encontrada en el buscador Google
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